Región vinícola de Goriška Brda
Descripción
Goriška Brda está impregnada de una tradición vinícola que se remonta a la época prerromana, cuando la zona estaba habitada por los venetos. Numerosas ánforas encontradas en la zona atestiguan la importancia de la zona como centro de la viticultura. No es de extrañar que las culturas antiguas encontraran este lugar tan conveniente. El clima de Goriška Brda es especialmente favorable para el cultivo de viñedos. El Adriático está a sólo unos quince kilómetros, separado de la zona por la meseta de Soča. Unas colinas más altas en el norte y una cresta caliza en el este protegen la región de Brda del mal tiempo procedente del norte, lo que la convierte en un lugar perfecto para el cultivo de la vid. El paisaje de Goriška Brda está formado en su mayor parte por roca sedimentaria de flysch con capas alternas de arenisca, marga y turbidita carbonatada. La mezcla de climas mediterráneo y continental proporciona a esta región de viñedos en terrazas, también llamada la Toscana eslovena, unas condiciones vitivinícolas envidiables. La variedad de vino más destacada que se produce en Goriška Brda es sin duda la Rebula. Aunque originaria de Grecia, la Rebula se produce en este lugar desde hace más de 750 años y sigue representando alrededor del 25% del vino de la región. También hay muchos otros vinos que degustar en esta fantástica región, como Merlot, Chardonnay Sauvignon Verde, Pinot Grigio, Cabernet Sauvignon, Pinot Bianco, Sauvignon y Cabernet Franc, Mavasia, Moscatel y Barbera. Visitar los viñedos y bodegas de Goriška Brda es siempre una experiencia maravillosa. Los lugareños proporcionan un excelente prosciutto y relatos sobre la cultura vitivinícola eslovena que dejan una impresión duradera en todos los que se acercan a tomar un sorbo.